viernes, 18 de enero de 2008

Guardo en mi mente grabado

Guardo en mi mente grabado, de tus besos el sabor,
la suavidad de tu piel y ese su especial olor
a primavera de almendros con su florecida flor,
que recorrían mis labios sedientos de aquel tu amor,
y guardo imágenes vivas de incalculable valor
una mañana, una tarde, una noche alrededor
de una fogata encendida por nuestro fuego interior
en noches de luna llena y a lo lejos el rumor,
del mar que con su oleaje nos dejaba aquel sabor
a salitre y a natura, a un sueño de puro amor
entre miradas, caricias, cuerpo a cuerpo con ardor
entre tus piernas, mis piernas y entre los dos el calor
de nuestros sexos gozando, y entre gemidos amor.
Guardo en mi mente grabada y recuerdo aquel ardor
cuando en mis brazos, bailando, con una fuerza mayor
te apretabas fuertemente y gemías de dolor
pensando que tras el baile, no habría un mundo mejor
volverías tu a tu mundo y a tu silencio interior,
y yo tal vez volvería a ocultarte aquel mi amor,
pero han pasado los años, y aunque siento aquel temor
que al acercarme en silencio, a tu lado ensoñador
sentí mil veces al verte y me quede sin valor
para ofrecerte mis besos, mis caricias y mi ardor
si me lees, tu ya sabes y lo gozastes mejor
que donde hubo fuego queda la llama y el resplandor
que revive si tus ojos me miran desde tu amor.

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