jueves, 6 de diciembre de 2007

Dormías y en tu rostro una sonrisa

Dormías y en tu rostro una sonrisa
me hizo suponer, que si soñabas
aquel era el momento en que tu amabas
y gozabas del placer de amar sin prisa.
Tu cuerpo adormilado, mas no ausente
un brazo que la almohada sujetaba,
tus senos que en tu sueño dibujaba
una mano que suave y lentamente
recorría tu piel y sabiamente
de los pies a la nuca acariciaba,
y en tu monte de venus, suavemente
con mis labios en tu piel que húmeda estaba
ofreciendo los goces que guardaba
entre recuerdos perdidos en tu mente
de los días de amor, rosas, simiente
que el tiempo aunque intentaba,
de tu memoria borrar nunca lograba
mi imagen, mis besos y aunque ausente
tu sabes, aun dormida que al que amabas,
oculto en los silencios que adorabas
acudirá hasta ti y nuevamente
los goces, las caricias que anhelabas
los besos, las pasiones, que grababas
en tu mente de mujer enamorada
ardiente en su deseo, apasionada
y aquel de cuyo amor nada esperabas,
te sorprendió de forma diferente
haciéndote feliz, ardientemente
en encuentros y citas que guardadas
en tu mente quedaron para siempre
y que nunca podrán ser olvidadas

aunque el tiempo, al pasar, nos desoriente.

No hay comentarios: