domingo, 25 de noviembre de 2007

Pasan los días

Pasan los días y pienso, que no volveré a tener
junto a ti nuevos momentos, breves instantes tal vez
de caricias y de besos, contemplar tu blanca tez
acariciando tu espalda y en mis manos retener
esos tus pequeños senos que me dieron de beber
esas longilineas piernas que me oprimían ayer
entrelazando las mías exprimiendo mi querer
mientras tu cuerpo temblaba renovando su placer,
Pasan los días y pienso, que no volveré a tener
junto a ti nuevos momentos, breves instantes tal vez
de infinitas sensaciones conversando ante un café
un roce, una mano acaso, que se cruza sin querer
mi mano ya en tu rodilla, roza tu aterciopelada piel
bajo la plisada falda, sobre la media de seda
que en juego de lencería, negro sobre negro es
y que en tu moreno cuerpo, obtiene mas brillantez.
Pasan los días y pienso, que no volveré a tener
junto a ti nuevos momentos, breves instantes tal vez
y entiendo que pasa el tiempo, que a veces borra el ayer
que elimina sensaciones, emociones y a la vez
huerfanos de amor nos deja y enfría nuestro querer
desvía nuestras miradas, intenta no retener
aquellos dulces momentos, un beso, la candidez
de un amor tan puro y limpio, apasionado a la vez.
Pasan los días y pienso, que no volveré a tener
junto a ti nuevos momentos, breves instantes tal vez
mas ni te engaño, ni miento, que no sabría que hacer
para fingir lo que siento, para ocultar mi querer
y así por días que pasen, semanas, meses da igual
yo guardare en mis adentros, para poder recordar
tus caricias y tus besos, tus lagrimas, tu estallar
en un orgasmo de luces, cual aurora boreal.
Pasan los días y pienso, que no volveré a tener
junto a ti nuevos momentos, breves instantes tal vez
y que tal vez es mas cierto, cuando empiezo a envejecer
que no se vive de sueños, de recuerdos y a la vez
se sigue esperando el día de un reencuentro como ayer,
mejor dejar me decían, que el tiempo pase sin mas
olvida el ayer y vive, entregado a los demás,
así seguirá mi vida y tu ni te enterarás
y cuando quieras llamarme o me quieras encontrar
tal vez una voz muy baja, te diga con brevedad
“Ayer se marcho en silencio, hacía la luz celestial”
y comprenderás ya tarde,que no es el tiempo el que borra

del ayer nuestra verdad, lo que borra es el olvido,
los temores, inquietudes, las dudas que nos asolan
y los pérfidos rumores de hipócrita sociedad,
por eso, pasan los días y en vez de volverte a ver,
me hacen tomar tres pastillas, me dejan sin tu querer

y me pregunto en silencio ¿que de todo fue verdad?.



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