lunes, 29 de octubre de 2007

Aquella cita

Me otorgaste una cita improvisada
un café ya en tu casa, apenas nada
una música suave que de fondo
el murmullo de tu voz hizo mas hondo.
“El gato que estaba triste y azul”
fue la pieza que a lo lejos sonaba,
y de pie con tus manos enlazabas
mi cintura y a mi cuerpo te apretabas.
Te atraje hacía mi, muy suavemente
y en tu cuello, mis labios dulcemente
fijaron con cariño un casto beso
ausente de pasión, puro embeleso.
Bailamos unos pasos brevemente
sentimos cuerpo a cuerpo, la pasión
principio de unos sueños diferentes,
tu mirada en mis ojos, con ardor
y en mi mejilla reposo tu frente,
cuando oprimiendo mi mano fuertemente
te apartaste de mi muy lentamente,
acallada tu voz , ya indiferente
no acabé aquel café, negro, caliente
en tu frente un casto beso deje,
me alejé de ti y fue para siempre.

No hay comentarios: